miércoles, 25 de mayo de 2011

No todos son disparates



He aquí un hermoso y coqueto poema de don Juan Antonio Corretjer. Me encanta porque, cuando los dice don Juan, no todos don disparates.


Un día yo te quisí
y siempre te estoy quisiendo
y el amor que te tuví
siempre te lo estoy tuviendo.

(Copla popular del siglo XIX)

Ahora me estoy riendo

Te pusiste mi sombrero.
Y yo te di un beso m’hija.
También te di una sortija.
Fue juntito al limonero.
Fue por la luna de enero
y para siempre entendí.
(Eso te lo dije allí.)
Pero, no; no entendí bien.
¡Ay corazón de lerén!,
¡una vez yo te quisí!

Llevo, en un blanco papel,
siempre una décima escrita,
y siempre tengo una cita
con la muerte y el laurel.
Y siempre con el clavel
voy lo que quiero diciendo,
y siempre me estoy comiendo
el corazón con que adoro,
y siempre, siempre te añoro,
y siempre te estoy quisiendo.

Cosas hay que nunca pierdo:
el trillo de la quebrada,
la amapola morada
y la luz de tu recuerdo.
Yo tengo el olvido lerdo
y el genio como de ahí.
Y yo guardo un pacto
metido bajo la almohada,
y tengo una madrugada
y el amor que te tuví.

Esperé por ti un buen rato.
Me encandiló de tal modo
que me mordió el perro godo
y le hallé tres pies al gato.
¡Ay la carne en garabato
y uno abajo y queriendo!
¡Ahora me estoy riendo
pues todo el tiempo lo cura!,
pero aquel plan de locura,
¡siempre te lo estoy tuviendo!

Juan Antonio Corretjer, Yerba bruja, 1957