De cara a la elecciones que se avecinan, la campaña electoral se he vuelto más intensa. Los partidos políticos nos hacen llegar sus mensajes y sus propuestas de mil maneras, muchas veces de forma hueca y ruidosa, sin mucha sustancia. Gracias a Dios, se están escuchando nuevas voces con nuevas propuestas que plantean que otro Puerto Rico es posible. Algunas y algunos nos hablan, por ejemplo, de una economía sustentable. Pero ¿es sustentable el adjetivo apropiado?
De acuerdo con la Real Academia Española, el término sustentable se refiere a todo aquello "que se puede sustentar o defender con razones", mientras que sostenible tiene dos acepciones:
1. Que se puede sostener. Opinión, situación sostenible.
2. Especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medioambiente. Desarrollo, economía sostenible.
Y es a esta última acepción a la que hacen referencia los candidatos a puestos de Gobierno cuando utilizan el adjetivo. Es decir, que el desarrollo sostenible, la economía sostenible —es decir, una economía y un desarrollo que se pueden mantener por largo tiempo sin agotar los recursos y sin causar daño al ambiente—, son sustentables porque se pueden sustentar y defender con argumentos y razones. Y de las razones y los argumentos que permiten defender un desarrollo sostenible nos habla el Prof. Rafael Bernabe, candidato a gobernador por el Partido del Pueblo Trabajador, en su artículo una "Isla desechable": http://pptcarolina.blogspot.com/2012/09/isla-desechable.html.
Pero regresando a nuestro tema, hago una invitación a que permanezcamos abiertas y abiertos a las voces del pueblo, pues el tiempo y los hablantes decidirán si el adjetivo sustentable le ganará o no la batalla al adjetivo sostenible para referirnos a toda acción que vaya encaminada a desarrollarnos como país sin necesidad de destruirnos.